«El lugar no es apto y por lo visto no hubo alternativas. ¿Les suena de algún lado?«. Leandro hablaba del sitio elegido para realizar la audiencia pública por el Proyecto Gas Natural Licuado Puerto Cuatreros; remarcaba, como puede verse aquí, que el centro de jubilados de General Cerri había quedado chico (y la tórrida jornada también) para dar lugar a todos los que querían participar del debate. Este video registrado por Solo Local muestra el innecesario y evitable choque entre policías (usando sus cachiporras y escudos) y manifestantes en la puerta de entrada al salón, visto desde la calle, donde no había cámaras de TV. La carpa montada en la vereda de enfrente, no fue una solución: la gente quería estar cara a cara con cada expositor. Pero en realidad, con aquella frase, el joven vecino estaba haciendo un paralelismo con el tema convocante: la localización del segundo puerto regasificador del estuario de Bahía Blanca y su tan cuestionada consecuencia, el dragado que movilizará más de 13 millones de metros cúbicos de sedimentos. Sobre la inconveniencia de la zona elegida por YPF y Enarsa, con respaldo del Consorcio portuario y el municipio, ya se habían expedido el IADO, el Departamento de Biología de la UNS y el GEIA de la UTN, quienes ratificaron sus dichos en la audiencia. Varios expositores utilizaron los argumentos de esos científicos para cuestionar la iniciativa y exigir, al menos, una alternativa de localización para comparar, como hizo el representante de la ong 20 de Agosto. Unos recurrieron al corazón, otros a la historia del pueblo, también hubo quien apeló a la necesidad de recuperar un pasado que ya no es (como si se pudiera volver atrás) y a la necesidad de crear fuentes de trabajo. Algunos se excedieron y agraviaron, como lo sufrió un par de expositores; justamente dos que, en las semanas previas, habian contado verdades a medias, como se publicó en esta nota y también aquí. Un puñado, incluidos algunos funcionarios públicos, cayeron en la provocación y rozaron la irresponsabilidad. Es decir, cada uno apeló a la herramienta que tenía más a mano para expresarse en los escasos cinco minutos que da el reglamento para los que se anotan en la audiencia. Y en la larga y calurosa jornada de Cerri se vio (y escuchó) de todo.

Se vio al vecino Adrián Paschetta en un relato apasionado, que culminó con un recorte de diario arrojado en la cara del secretario de Gobierno y presidente de la asamblea Fabián Lliteras y luego con un loco baile entre las sillas. Otro, como este, recurrió al lenguaje corporal, para transmitir su mensaje. Hubo quienes, como lo habían hecho los técnicos del IADO, cuestionaron a la consultora Serman, responsable del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto. A una de sus representantes, que dijo ser bióloga y aseguró que el dragado no afectará a los seres vivos del estuario, el pescador Pablo Bustos la llamó a silencio y le dijo que no sabía nada. Otra expositora, como María Celeste Klein, remarcó errores triviales y se preguntó si también los evaluadores se habrán equivocado en las cuestiones más sensibles. Hubo varias advertencias judiciales: Miguel Angel Martín, de los Vecinos Autoconvocados de Cerri, hizo notar que el proyecto anticipa que se van a cometer varios delitos. Dos abogados, que como Solo Local anticipó en esta nota patrocinan una demanda penal de un grupo de pescadores artesanales por la escasez de pesca que sufren desde hace años, advirtieron sobre los efectos ya comprobados del dragado en el cardumen y acerca del escaso compromiso demostrado por el municipio para responder informes. La municipalidad es, junto a la Nación y la provincia, los organismos públicos involucrados en esta denuncia, presentada por pescadores de Cerri, el pasado jueves ante la justicia federal de Bahía Blanca, para frenar al dragado. Las críticas del intendente Cristian Breitenstein a los expertos del IADO, no fueron dejadas pasar por varios expositores. Una docente de Biología de la UNS le recomendó al jefe comunal que escuche a los científicos (aunque no pudo hacerlo porque se fue apenas culminó su intervención de apertura). Y lo hizo con un argumento de peso: le recordó que fue el gobierno de Cristina Fernández el que creó un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Las curiosidades también se vieron afuera: más allá de los cánticos contra el dragado, llamaron la atención las luminarias de la calle Saavedra, como se ve aquí, estuvieran encendidas en pleno día (y así siguieran, al menos, hasta las 16). ¿Se habrán olvidado de apagarlas los empleados municipales que, aseguran en el pueblo, habrían recibido el ok político para concurrir a la audiencia aún en horario de trabajo? Esta es sólo una pequeña muestra de casi doce horas de exposiciones. Ahora la palabra final la tiene el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible quien debe evaluar el Estudio de Impacto Ambiental y decidir si se autoriza ó no la radicación. Como pequeña muestra, dos representantes del OPDS, dejaron en la audiencia un puñado de pequeñas objeciones a la iniciativa, como la reducción del espacio destinado al depósito de los sedimentos. Para algunos su intervención supo a bastante poco. Aunque se debe entender que, al tratarse de quienes tienen que juzgar la propuesta para bajarle ó no el martillo, se debe esperar todavía su palabra definitiva. Prometieron escuchar cada una de las exposiciones realizadas el miércoles en Cerri. Les espera un duro trabajo; se desea que el análisis sea a conciencia, profundo y sin ningún tipo de presiones. Quizá sea algo ingenuo el planteo pero siempre debe quedar un margen para creer en que las cosas se deben hacer, como hay que hacerlas y no como los poderosos digan que hay que hacerlas.

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